miércoles, 1 de febrero de 2012

La esencia del terruño


Empezamos el 2012 con una nueva cata, esta vez organizada en VINYATORI, un nuevo espacio ubicado en Sant Cugat del Vallés dedicado al vino, destilados y delicatessen.

Esta vez he querido presentar vinos que nos transmitan su procedencia y para ello me he decidio por zonas muy específicas donde creo que podemos encontrar ésta esencia aportada por el terruño.

Para empezar, un vino que no contaba en la lista pero por circumstancias lo he acabado añadiendo:
 

La Calma 1999 (magnum), una delicia de vino, habíamos probado sus versiones más jóvenes (2006 y 2007), pero éste 99 no tiene nada que ver, el paso de los años lo ha hecho crecer en todos los sentidos, elgancia y complejidad creo que son los adjetivos que mejor lo definen, sin duda, un vino para guardar y disfrutar con años encima.


El siguiente blanco nos lleva Francia, a la Borgoña, más concretamente a la región de Chablis, conocida mundialmente por la producción de vinos blancos elaborados con la uva Chardonnay. Éstos blancos deben su tipicidad al terruño: 
  • Clima austero con veranos cortos, mucho frío en invierno, fuertes tormentas y heladas en primavera.
  • Su suelo compuesto de una mezcla de piedra caliza y arcilla creada en las últimas etapas del período jurásico (conchas marinas prehistóricas).
  • En general los elaboradores de la zona intentan preservar la pureza de estos vinos utilizando levaduras autóctonas, depósitos de acero inoxidable y sobretodo barricas usadas, para que la madera nunca sea el componente principal del vino. 


 Estos son los principales factores para que dicha Chardonnay nos aporté las particularidades de esta zona, blancos secos, de marcada acidez y mineralidad.


Me he decantado por un vino de Domaine Patrick Puize, creo que sus vinos defienen a la prefección los puntos comentados anteriormente. Como particularidad de la bodega comentar que no dispone de viñedos propios, y gracias a un acuerdo a largo plazo con viticultores de la zona, puede obtener uvas de las mejores parcelas de Chablis.

Chablis Terroir de Fyé 2010: Estos viñedos están en contacto con parcelas que son Grand Cru y muy cerca del Primer Cru "Montée de Tonnerre", terreno donde predomina más el compuesto calizo, aportándole al vino un plus más de acidez.

Nariz fresca con notas a fruta blanca y ciertas sensaciones cítricas que se van acentuando más a medida que el vino va cogiendo aire, cremoso, toques a membrillo y piedra mojada. En boca destaca por su notable acidez y mineralidad. No ha gustado mucho a las mujeres, esa acidez tan acusada ha sido la culpable, personalmente me ha parecido muy interesante con un buen margen de mejora con algo más de botella.

Seguimos en Francia, ahora nos vamos un poquito más al sur hasta el Ródano o Cotes du Rhone, se extiende a lo largo de 200Km casi en linea recta hacia el sur, desde Vienne hasta Avignon. La sub zona escogida es la conocida Chateauneuf-du-Pape. La importancia del terruño, en éste caso, también es capital:

  • El suelo es de arena y arcilla, se halla cubierta de grandes guijarros rojizos redondos (cantos rodados) que actúan junto con la arcilla como termorreguladores, retienen el calor durante el día para liberarlo por la noche , facilitando así la maduración de la uva.
  • Clima mediterraneo.
  • Para el envejecimiento de los vinos, en general, los elaboradores usan fudres para que la madera no sea la protagonista.

Personalmente tenía ganas de probar una Grenache de ésta zona, ya que los pocos que he tenido la suerte de beber me han sorprendido por su gran elegancia y expresividad.

Tardieu-Laurent Chateauneuf-du-Pape cuveé Speciale 2004: Envejecido en fudres nuevos y de un vino de roble francés Allier. No decantamos el vino. Inicialmente asoman aromas terrosos, incluso notas a remolacha roja. El contacto con el aire sólo hace que engrandecer la nariz de éste tinto: notas florales (violetas), ciruela seca, aceitunas negras, monte bajo, pan tostado, café, puro habano y unos balsámicos que aportan magnífico toque de frescor de fondo. En boca el tanino se deja notar, envolvente, buena acidez, amplio y con un final largo y ligeramente amargo. Un gran vino, frágil y elegante, complejo en todos los sentidos, y que sin duda necesita ser disfrutado con calma y mucha tranquilidad. Personalmente éste es un tipo de vino que no acompañaría con ningún tipo de comida, lo tomaría solo, copa a copa, en buena compañía.

Para el último tinto nos desplazamos hasta Italia, en la zona del Piemonte, más concretamente a Barbaresco (DOCG):

  • Se encuentra en las colinas de Langhe, formadas por suelos de magra gris y blanca (tierra bianca), son antiguos sedimentos marinos muy ricos en minerales.
  • Clima caracterizado por veranos calurosos y húmedos, inviernos fríos y largos aunque moderados gracias a la influencia de los ríos, provocando estos últimos las espesas nieblas que limitan la visibilidad a pocos metros. Fenómeno meteorológico que da nombre a la variedad reina del Piemonte, la Nebbiolo (nebbia)

El vino escogido es de la Bodega Ca' del Baio, he probado algunos de sus vinos (Asili y Marcarini) y me parecieron extraordinarios. Esta vez me he decidido por el vino de su viñedo más prestigioso, Pora.

Ca' del Baio Barbaresco Pora 2005: Envejecido durante 30 meses en barricas de roble y posteriormente 10 meses más en botella, saliendo al mercado un año más tarde. Color ligeramente anaranjado, nariz compleja y muy expresiva (decantado 30 minutos): floral, cerezas, ciruelas, nuez moscada, tostados, café, tabaco, manzanilla...En boca misma complejidad que en nariz, a destacar su mineralidad, su acidez, su amplitud, sus balsámicos, su persistencia, su personalidad, sus domados taninos...Su todo, un vinazo.


Con este vino terminamos la cata y empezamos a cenar, el hambre ya podía con nosotros. Para acompañar el postre, un Brownie, descorchamos un Niepoort Vintage Secundum 1999, un perfecto aliado del chocolate.


* Fuentes: las rutas del vino en el mundo y atlas del vino de Oz Clarke